Consejos para proteger del calor a tu bebé

Durante los meses más calurosos, los cuidados hacia tu bebé deben aumentar, ya que cuando las temperaturas son muy elevadas y estás expuesto al sol, se corre el riesgo de perder líquidos que nos llevan a la deshidratación.

Entre las señales de deshidratación destaca la irritabilidad, irritación de la piel en cuello, pecho y axilas, piel seca, aparición de calambres musculares, cansancio, debilidad, vómitos y náuseas, dolor de cabeza, entre otros.

Por ello te presentamos los siguientes consejos para proteger del calor a tu bebé.

Manten siempre hidratada la piel de tu bebé

Los más pequeños son especialmente sensibles a la pérdida de líquidos. Los bebés alimentados con pecho suelen tomar menos agua que los que toman biberón, por lo que debes tener especial cuidado y darle agua cada cierto tiempo y no esperar a que el bebé tenga sed.

También hay maneras de hidratar a tu bebé por medio de los alimentos, si tu bebé ya tiene la edad suficiente para comer sólidos debemos procurar que la dieta de nuestro hijo sea rica en frutas frescas y verduras.

Cuída del sol la piel de tu bebé

Los bebés no deben estar nunca expuestos al sol directamente, los bebés tienen la piel muy sensible y podrían quemarse rápidamente. Evita la exposición al sol entre las 11am y las 4pm, busca siempre un lugar con sombra y lo más fresco posible. Si tu bebé tiene menos de 6 meses no se recomienda que usen bloqueador solar por el riesgo de desarrollar alguna alergia, pero partir de esa edad se les pueden un FPS 30+ y aplicarlo 30 minutos antes de la exposición y reaplicar cada dos o tres horas.

Ponle ropa ligera a tu bebé

Te recomendamos ropa cómoda con tela de algodón, lino y colores claros que permita la traspiración. Y por la noche no lo abrigues demasiado, ya que el exceso de calor podría producirle irritaciones o erupciones en la piel, así que es suficiente taparlo con una sábana delgada para evitar que el contraste haga que se resfríe.

Ten cuidado con el aire acondicionado

Antes de encenderlo revisa su funcionamiento y limpia los filtros que han acumulado polvo, para evitar alergias o que guarde algún insecto.

Puede refrescar con aire acondicionado tu casa o el cuarto del bebé siempre y cuando revises con antes de encenderlo su funcionamiento y limpies bien los filtros que han acumulado polvo para evitar alergias. Puedes mantenerlo encendido o de manera intermitente per siempre evitando poner al bebé bajo el aire directo, ni dejar el aparato encendido por la noche donde descansa el pequeño. Para evitar la sequedad extrema que produce este sistema se debe ventilar la casa y encender el humidificador  a ratos, de lo contrario, el aire seco irritará las vías respiratorias del niño.

Combate el calor en el coche

Si vas a viajar con tu bebé en automóvil, ventila siempre el interior abriendo y cerrando las ventanas de vez en cuando para que corra el aire. No mantengas constantemente el aire acondicionado dentro del automóvil para que no resienta la temperatura del exterior. Trata de estacionarlo en la sombra y lo más importante, nunca dejes a tu bebé dentro del coche ni, aunque sea por un momento ya que puede sufrir un golpe fuerte de calor y deshidratación.

Dulces sueños

Cuando hace mucho calor, a los bebés les puede costar un poco más dormir. Hay que tener paciencia y tratar de templar la habitación en la que duerma, pero nunca dejarlo expuesto a corrientes de aire y taparlo siempre, aunque sea con ropa ligera.

Un baño antes de dormir también es una buena opción, un baño de 5 minutos con productos sin jabón y secarlo sin frotar, lo relajará y dormirá plácidamente.

Recuerda siempre estar atento a las necesidades de tu bebé y consultar con un especialista ante cualquier anomalía.

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